Por esas fechas, un amigo, Oswaldo Martín[1], me comentó por casualidad que estaba colaborando en este proyecto porque “le tocaba grabar”, y me dijo que creía que estaban buscando músico. Hablé con el director, me pasaron lo que tenían y, al parecer, era cuestión de horas que lo necesitaban ya que tenía que tomar decisiones.

No tenía mucho tiempo, y disponía apenas de una de las primeras versiones de GarageBand en un MacOS de segunda mano. Aun así, envié mi propuesta inicial, para ver si les podía interesar. 
Es una de mis obras favoritas y el proyecto, por novedoso, me pareció muy interesante. 

Finalmente, no me seleccionaron, y tampoco he conseguido la pieza que se utilizó, sí la vi en su momento, pero parece que no está en internet, o no la he localizado.
Agradecería si alguien la encuentra me lo haga saber.

Me hacía mucha ilusión, pero no pudo ser. Aun así, recuerdo mi teaser con mucho cariño.

[1] Oswaldo Martín es un actor y director nacido el 30 de abril de 1964 en Bata, Río Muni, España. Es conocido por su participación en producciones como Ahora, sí, El comisario (1999) y Lucrecia (1996). https://www.imdb.com/es-es/name/nm0971072/

Lotje de Lussanet[1](nacida en Middelburg en 1952) ha llevado una vida marcada por la inquietud y el movimiento. Estudió psicología en Groningen y luego artes visuales en la Academia AKI en Enschede. Viajó por América Latina, vivió en Ciudad de México y más tarde se instaló en España, aunque sin un lugar fijo durante mucho tiempo. Tal vez por esa falta de estabilidad, su obra ha girado en torno al tema de la firmeza y la permanencia, representadas sobre todo por árboles resistentes como la encina y el roble. Inspirada por culturas indígenas latinoamericanas, comenzó creando relieves de papel pintado y luego se enfocó en símbolos más profundos: los frutos secos, como la almendra, la nuez o la bellota, que encarnan el ciclo de la vida, el crecimiento y la decadencia. Con técnicas de papel maché y pigmentos naturales, Lotje crea esculturas sensuales y orgánicas que evocan formas corporales femeninas, reforzando así el símbolo de la fertilidad. Sus obras invitan a pensar en lo corporal, lo cíclico, lo femenino y lo ancestral.


Además de sus esculturas, Lotje ha trabajado en videoarte, destacando una pieza inspirada en El jardín de las delicias de El Bosco, y publicó el libro Het wel en wee van de wereld (“Las penas y alegrías del mundo”) en 2007[2]. Su video fue presentado en la Noche Blanca de Madrid en 2008[3], y expuso en el Palau de la Música de Valencia en 2010[4].